En este artículo se reflexiona acerca de algunos elementos importantes en torno a la “relación” entre la doctrina de Aristóteles y Tomás de Aquino. En concreto, son tres los temas que nos interesan aquí y que encabezan cada uno de los apartados del desarrollo sistemático de este trabajo: (1) el panorama cultural que enfrenta Tomás de Aquino respecto al redescubrimiento de Aristóteles, (2) la descripción de cada una de las obras que comentó el Aquinate y (3) algunas conclusiones que se desprenden como “matices” para tener en cuenta y juzgar rectamente la relación entre estos pensadores.
En el Tratado de la naturaleza humana de David Hume, la razón y la pasión se encuentran en interacción constante formando la creencia. Se distinguen tres niveles en los eventos morales: sentimiento moral, acción moral y juicio moral, en los que razón y pasión interactúan, aunque con diferentes funciones en cada nivel.
El editor realiza unas notas biográficas de Francisco de Arrangoiz, autor de un folleto poco conocido, editado en francés con el título La chute de l’empire du Mexique, par un mexicain, en el que Arrangoiz ataca desde su perspectiva conservadora al Imperio de Maximiliano por su política liberal y defiende al clero mexicano y al Estado pontificio. Se presenta al final el folleto traducido al español.
El editor realiza unas notas biográficas de Francisco de Arrangoiz, autor de un folleto poco conocido, editado en francés con el título La chute de l’empire du Mexique, par un mexicain, en el que Arrangoiz ataca desde su perspectiva conservadora al Imperio de Maximiliano por su política liberal y defiende al clero mexicano y al Estado pontificio. Se presenta al final el folleto traducido al español.
En una época caracterizada por el derrumbamiento de los referentes tradicionales, el debilitamiento de las religiones institucionalizadas y la aniquilación de los sentidos fuertes de los conceptos de verdad y bien, surgen los llamados movimientos de la Nueva Era como alternativa para la necesidad de sostén y sentido del hombre contemporáneo. La reivindicación del pensamiento crítico se torna urgente como principal salvaguarda individual y colectiva frente a lo que pudiera tratarse, en algunos casos, de fenómenos de mercado, consumo y charlatanería espiritual.
Mediante el análisis del concepto de opinión pública, se pretende resaltar la importancia política que tuvo en el desarrollo de la vida social y cultural de la primera mitad del siglo xix mexicano. Su relevancia política radicaba en que a través de la opinión pública se quería sustentar la soberanía nacional surgida de la voluntad general. Sin embargo, la historia de los conceptos develará, además, que en la práctica política la reflexión sobre cómo formar opinión pública y quiénes pueden formarla, segmenta espacios sociales, genera mecanismos de inclusión y exclusión, y, sobre todo, propicia estados de ánimo derivados de la experiencia y la expectativa social.
En el trabajo se profundiza la doctrina de Santo Tomás de Aquino relativa al hombre y a la sociedad, destacando la importancia de la justicia en la estructura social. La justicia, empero, implica no tan solo el cumplir con aquello que es estrictamente exigible, sino que también se requieren otras perfecciones para crear una sociedad auténticamente humana: tales son las virtudes que aquí se estudian.
El presente trabajo tiene como finalidad mostrar algunas relaciones que se presentan en la fenomenología trascendental entre la ética y la teología. Son temáticas que se encuentran entre los problemas de la facticidad y corresponden al ámbito de la metafísica. Por ello, se distingue entre filosofía primera y metafísica para defender que ambas disciplinas, la ética y la teología, se encuentran vinculadas a problemas teleológicos y que el problema de Dios constituye uno de los ejes principales de la reflexión trascendental, que Husserl aborda desde una teología racional que mantiene vínculos estrechos con el amor. Con ello se comprueba lo importante que es el problema de Dios para la fenomenología.
Se ponen a dialogar dos de las interpretaciones más poéticas que la filosofía del siglo xx nos ha dado sobre el tiempo: la propuesta de Gaston Bachelard que tiene en “el instante” su concepto fundamental, y la idea de “la duración” bergsoniana. Esto, para demostrar que ambas intuiciones, más que contrapuestas, convergen y son complementarias, así como para profundizar dentro de ese marco en lo que Deleuze y Guattari entienden como “experiencia estética”.