Dos aplausos para el formalismo

Ataques al excesivo formalismo de la economía, a su dependencia de modelos abstractos y a su uso de demasiadas matemáticas, han sido una constante en los últimos 150 años. La mayoría de los ataques han venido de personas externas, como por ejemplo, periodistas y oportunistas políticos. En este ensayo quiero dejar en claro tres puntos. Primero, muchas de las críticas al formalismo en economía son un ataque futil: en realidad lo que los buenos economistas hacen es mucho menos formal que la imagen popular. Los malos economistas, por supuesto, hacen mala economía: pero uno no debe confundir una queja sobre calidad con una queja sobre metodología. Segundo, cuando personas externas critican el formalismo en la economía, su verdadera queja no es sobre el método sino sobre el contenido - en particular les desagradan los argumentos “formales” no porque sean formales en sí, sino porque refutan sus doctrinas favoritas. Finalmente, en la práctica el formalismo es crucial para el progreso del pensamiento económico - incluso cuando resulta que ideas que fueron inicialmente desarrolladas con la ayuda del análisis formal terminan, con algo de trabajo, siendo expresadas en simple español.

Autor: 
Paul Krugman
Número de revista: 
7
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