Crisis bancarias y seguros de depósito: el caso de México

Una de las principales propuestas de política que han surgido a partir de la crisis bancaria mexicana de 1994-95 es la reducción de la cobertura del seguro de depósito gubernamental. El artículo desarrolla un modelo que muestra que un seguro parcial de depósito puede de hecho otorgar una protección implícita a los depósitos no asegurados. La razón es que la presencia de tal protección parcial genera una asimetría en los incentivos y en la información entre los depositantes pequeños (completamente asegurados) y los grandes (sólo parcialmente protegidos), que induce a que los bancos insolventes destinen su capital a liquidar de manera prioritaria sus pasivos no asegurados. Lo anterior, a su vez, incrementa el costo para el asegurador y, al relajar el monitoreo de los depositantes grandes sobre los bancos, aumenta la toma de riesgos por parte de éstos y con ello la probabilidad de caer en una situación de insolvencia. Con el objetivo de impedir cualquier subsidio del asegurador a los depósitos no asegurados, se propone implementar una separación contable de los activos bancarios que evite que los activos que se adquieran con pasivos asegurados se utilicen para Liquidar depósitos no asegurados. Dicho mecanismo permitirá además que la supervisión que realicen los depositantes parcialmente desprotegidos sobre su banco, beneficie al asegurador mediante la reducción de la probabilidad de insolvencia. Finalmente, se muestra bajo qué condiciones el esquema de separación contable se complementa con el cobro de primas sensibles al riesgo (a cambio del seguro) para disminuir la presencia del riesgo moral y, con ello, el costo esperado para el asegurador.

Autor: 
Luis Rayo
Número de revista: 
7
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