Poemas: Juan Alcántara

La poesía de Juan Alcántara está marcada por una voluntad, se diría incluso que una necesidad, de que el poema alcance su sentido en un desdoblamiento, en su comunicar entre líneas, espacio (o tiempo) que también es escritura, pero que en su caso además es ocupado por lo escrito. Siempre hay (por lo menos) dos niveles de lectura: y es en la interacción entre ambos niveles que se da el poema. Antecedentes visibles de esta búsqueda son algunos poemas de Tablada y el Blanco de Octavio Paz. Al volver ese entrelíneas escritura y hacerlo explícito, el poeta permite una combinatoria, desde leer sin ella, diferenciada casi siempre con recursos tipográficos, hasta leerla sólo a ella. La lectura continua crea una síncopa, un tartamudeo curioso: como si se buscara la palabra precisa en una oralidad transmitida a lo escrito en la que el lector tiene que imaginar las dos (o más) voces que le hablan. Lo extraño es que la multiplicidad de voces, y por lo tanto de lecturas combinatorias, provoca una sensación no de compañía, sino de soledad, como si en esa diversidad lo que se escuchara fuera el vacío, el sentido parodiado por su encarnación en el absurdo. El montaje paralelo (concepto sobre todo cinematográfico) nos lleva a una emoción renovada en su corrección/difracción, pues en la poesía de Alcántara las líneas paralelas sí se cruzan, son las que convergen las que no lo hacen, pues siempre están separadas por esa inexactitud o imprecisión que da origen al lenguaje y a la escritura. Así, cada poema es varios poemas, cada poeta es varios poetas, cada lector es –también– muchos lectores.

http://biblioteca.itam.mx/estudios/90-99/96/JuanAlcantaraDialogodepoetas.pdf

Autor: 
Juan Alcántara
Número de revista: 
96
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