La literatura especializada reconoce la existencia de sesgos potenciales en el índice de precios al consumidor. Utilizando índices de precios hedónicos generados por el Bureau of Labor Statistics, el ajuste al precio de los automóviles propuesto por Izquierdo y Licandro et al [2001], y los resultados de Guerrero [2006] relativos a las computadoras personales, estimamos el sesgo por calidad del índice de precios al consumidor. Según nuestro ejercicio, entre julio de 2003 y julio de 2006 la inflación fue de 11.91 por ciento, y no de 12.50 por ciento como reporta el Banco de México.
Con el fin de cuantificar la relación entre un sistema impositivo y el ingreso nacional se han utilizado en la literatura los conceptos de bonanza y elasticidad ingreso. Esto se debe a que un sistema impositivo elástico respecto al ingreso es una condición necesaria para aumentar la tasa de formación del capital, para lograr que la distribución del ingreso esté de acuerdo con los objetivos de la sociedad y para que el gobierno tenga una mayor capacidad para disminuir las fluctuaciones en la demanda agregada. En este trabajo se utiliza un enfoque econométrico moderno, el de la escuela de Londres, para analizar la relación entre el ISR y el ingreso nacional, tanto en el corto como en el largo plazo, para el caso de México. Las estimaciones se hacen para el periodo que va del primer trimestre de 1989 al tercero de 1998. Los resultados obtenidos indican que la bonanza es de 1.1827, que la elasticidad ingreso de largo plazo es de 1.466 y que la de corto plazo es igual a 4.9418. Asimismo, mediante el uso de pruebas de hipótesis estadísticas se demuestra que la elasticidad de largo plazo es mayor a uno, que es estadísticamente igual a la bonanza y que es menor a la elasticidad ingreso de corto plazo.
Resulta comprometido y nada fácil abordar este tema sin algún sesgo proveniente de mi propia formación. Tengo la impresión de que el tema resulta de poca o nula importancia para la mayoría de los economistas que se auto consideran como muy prácticos o ‘aplicados’ Las discusiones metodológicas resultan apasionantes para algunos y tediosas e inútiles para otros debido a que casi nunca se llega a conclusiones por consenso ni válidas por mucho tiempo. Las discusiones con alumnos, con algunos colegas, en mesas redondas mi participación en la elaboración de programas de matemáticas para estudiantes de economía me han ido formando una visión del tema que creo que vale la pena compartir con el fin de retroalimentarla para ir formando mejores conclusiones.
A mi modo de ver, las reflexiones que presenta el profesor Manuel Santos [1997] se concentran en tres aspectos: (i) Presenta un marco conceptual desde la Filosofía de la Ciencia para poner en contexto a los modelos científicos haciendo un especial énfasis en la relevancia de los modelos matemáticos para la ciencia económica. (ii) Hace una excelente reseña histórica de los principales autores, los problemas tratados, las técnicas y los modelos matemáticos de análisis económico que se han usado. El recorrido inicia desde mediados del siglo XIX con Cournot y concluye con los desarrollos actuales. (iii) Presenta una visión de la situación de la docencia de las matemáticas en las carreras de economía y una serie de recomendaciones sobre el tipo de profesorado, programa docente y actitud deseable en los alumnos para lograr una buena formación en economía.
En lo que sigue puntualizará sobre algunos detalles respecto a los dos primeros aspectos y me extenderé un poco con el objetivo de profundizar más sobre algunas cuestiones respecto del tipo de matemáticas y su docencia a estudiantes de economía.